Todas las religiones santas nos enseñan que Dios es uno y trino. “Tres personas distintas y un solo Dios”. La Santísima Trinidad, la Tríada Divina.

Para quienes buscamos a Dios y queremos algún día vivirlo, son muy importantes las enseñanzas sobre la Divinidad de nuestros amados Maestros iluminados.

“Cualquier cosa que dijéramos sobre Dios sería limitada”

A pesar de estas limitaciones tratemos de reflexionar sobre esa Inteligencia Universal y Única.

Dios crea a través de las 3 fuerzas primarias. Estas tres fuerzas se encuentran tanto en la naturaleza como en el ser humano. En todo el universo están obrando las tres fuerzas. Son las fuerzas creativas. Nada se produce sin su influencia conjunta. Por lo tanto, a Dios como Espíritu Universal de Vida lo podemos estudiar en estas tres manifestaciones fundamentales.

Para los cristianos:

  • La primera fuerza es Dios Padre
  • La segunda fuerza es Dios Hijo
  • La tercera fuerza es Dios Espíritu Santo

Para los vedas:

  • La primera fuerza es Brahma
  • La segunda fuerza es Visnú
  • La tercera fuerza es Siva

Para los hebreos:

  • La primera fuerza es Keter
  • La segunda fuerza es Jojmá
  • La tercera fuerza es Biná

Para los zoroastrianos:

  • La primera fuerza es El Santo Afirmar
  • La segunda fuerza es El Santo Negar
  • La tercera fuerza es El Santo Conciliar

Para los egipcios:

  • La primera fuerza es Osiris
  • La segunda fuerza es Isis
  • La tercera fuerza es Horus

Para la filosofía hermética:

  • La primera fuerza es La Verdad
  • La segunda fuerza es El Amor
  • La tercera fuerza es La Vida

Los atributos y las características de la primera fuerza son: Activa, positiva, impulso, empuje, afirmación, iniciativa, acción, fuerza más, propósito, color rojo.

Los atributos y las características de la segunda fuerza son: Pasiva, negativa, resistencia, negación, quietud, oposición, complemento, fuerza menos, color azul.

Los atributos y las características de la tercera fuerza son: Neutra, concilia, relaciona, interrelaciona, enlaza, equilibra, color amarillo.

Entonces, Dios como Padre es la Verdad. Dios como Hijo es el Amor. Dios como Espíritu Santo es la Vida.

La ausencia de Dios es ignorancia, crueldad, destrucción y muerte. No es que Dios ha creado el mal. Simplemente en la ausencia de Dios se genera la manifestación del mal. Así como en la ausencia de la luz se genera la aparición de la oscuridad.

Dentro del microcosmos hombre y del microcosmos mujer: Dios como Padre se lo ubica en la cabeza,específicamente en el entrecejo, en el átomo Nous. Dios como Hijo se lo ubica en el corazón. Dios como Espíritu Santo, el Dador de Vida, se lo ubica en los órganos sexuales.

Reconozcamos que estas son tres partes vitales dentro del ser humano.

Dios es la Verdad; la Verdad es Dios.

Dios es Amor; el Amor es Dios.

Dios es Vida; la Vida, la existencia toda, es Dios.

Quien miente peca contra el Padre, porque el Padre es la Verdad.

Quien odia y es violento peca contra el Hijo que es Amor.

Quien se degenera sexualmente peca contra el Espíritu Santo que es el Dador de Vida.

Para acercarnos a Dios necesitamos vivir dentro de esta sabiduría y experimentaremos paz interior, libertad y felicidad.

Para encarnar a la primera fuerza en nosotros debemos vivir en la Verdad, con sinceridad, honestidad, franqueza, veracidad, ser integro, ser coherente, ser transparente.

Nos separan de la primera fuerza: la mentira, la falsedad, la corrupción, el disimulo, la hipocresía, la traición, la deshonestidad, el engaño, el robo, la demagogia.

Para encarnar a la segunda fuerza, el Cristo, necesitamos practicar el Amor conciente y universal, vivir la No-violencia. “Recibir con agrado las manifestaciones desagradables de nuestros semejantes”. “Amar al prójimo como a nosotros mismos”. “Como os améis los unos a los otros reconocerán que sois mis discípulos”.

Nos alejan de la segunda fuerza: la Violencia, la agresividad en nuestros pensamientos, palabras y acciones. El odio, el temor, la ira, el resentimiento.

Para cristalizar en nosotros a la tercera fuerza, el Sacratísimo Espíritu Santo, necesitamos ser apreciativos de la Vida, en todas sus manifestaciones, macrocósmicas y microcósmicas. Vivir en castidad científica, practicar la suprasexualidad. (Ya que la vida se transmite a través de las energías sexuales).

Nos separan de la tercera fuerza: La degeneración sexual, la fornicación, el adulterio, la prostitución, el homosexualismo, la promiscuidad sexual, el celibato.

Este libro trata precisamente sobre como encarnar en nosotros a la tercera fuerza a través de la Castidad Científica. En esta obra encontramos la sabiduría milenaria para manejar las fuerzas de la vida. Aquí se encuentran en una forma didáctica las enseñanzas secretas del tantrismo. He ahí la importancia de este conocimiento.

Observa que nuestra cultura actual se basa en la mentira, la violencia y el libertinaje sexual.

Tenemos que comprender que cuanto menor es la falsedaddeshonestidad y corrupción que una religión permite, tanto mayor es la verdad contenida en ella.

Tenemos que comprender que cuanto menor es la violencia que una religión permite, tanto mayor es la verdad contenida en ella.

Tenemos que comprender que cuanto menor es la degeneración sexual que una religión permite, tanto mayor es la verdad contenida en ella.

La Castidad Científica, la No-Violencia y la Honestidad vivida en nuestro día a día, son el fundamento para mejorar nuestra calidad de vida, para lograr la autentica paz y para acercarnos a Dios.

La falsedad, la violencia y la degeneración sexual nos cierran la puerta de la Iniciación.

La Verdad, el Amor y la Vida están en ti, y es en tu interior donde has de encontrarlos. Nunca afuera.

¡Dios esta aquí y ahora, en tu interior!

Edgar J. Álvarez
Febrero 2005